viernes, 13 de julio de 2012
¿ CUAL ES EL MOTIVO?
Dios nos dio emociones para que pudiéramos adorarlo con sentimientos intensos; pero esas emociones deberían ser genuinas, no fingidas.Dios odia la hipocresía. No quiere teatralidad ni fingimiento ni farsas en la adoración. Quiere nuestro amor sincero y verdadero. Podemos adorarlo con imperfecciones, pero no con falta de sinceridad.
Por supuesto, la sinceridad por si sola no es suficiente; podemos ser sinceros y estar equivocados. Por eso se necesitan tanto el espíritu como la verdad. La adoración debe ser veraz y auténtica.
La adoración que agrada a Dios es profundamente emocional y doctrinal. Con nuestro corazón y nuestra cabeza. Muchas personas confunden las emociones conmovedoras producida por la musica con las estimuladas por el Espíritu, pero no son iguales.
La verdadera adoración ocurre cuando nuestro espíritu responde a Dios, no a una melodía. En realidad, algunas canciones sentimentales e introspectivas entorpecen la adoración porque de
concentrarnos en Dios, pasamos a enfocarnos en nuestros sentimientos.
Cuando adoramos, el factor de mayor distracción somos nosotros mismos: nuestro intereses y preocupaciones acerca de la impresión que damos.
Del libro Una vida con propósito