Powered By Blogger

Vistas de página en total

miércoles, 24 de abril de 2013

DISCURSOS A MIS ESTUDIANTES

Si Espurgeon viviera en este siglo, y le viéramos predicar  desde el púlpito, mas de uno se sentiría ofendido.Creo que la ofensa molestaria a ciertos predicadores modernos,lean lo siguiente de él.



Hermanos, si no sois teólogos, no sois buenos para nada, como pastores. Podéis ser los mejores retóricos y hacer uso de las sentencias más pulidas; pero sin conocimiento del Evangelio y aptitud para enseñarlo, sois como metal que resuena o platillo que retiñe.
  Las palabras sirven con demasiada frecuencia como hojas de higuera para cubrir la ignorancia del predicador sobre asuntos teológicos.
 Se ofrecen muchas veces periodos elegantes en vez de doctrinas sanas, y adornos retóricos en vez de pensamientos robustos.
  ...si no somos predicadores que instruyen y no alimentamos al pueblo, podemos citar con frecuencia la poesía más elegante, y vender por menor los sacos de viento de uso, pero estaremos como Nerón, que tocaba antiguamente el violín mientras que Roma estaba quemándose; y mandaba buques a Alenjandria para traer arena con qué empedrar el circo, mientras que la gente estaba pereciendo de hambre.
....no permitamos que nuestra predicación directa y fiel degenere en regaños a la congregación.
  Algunos llaman al púlpito "Castillo de los cobardes," y tal nombre es muy propio en algunos casos, especialmente cuando los necios suben a él e insultan impúdicamente a sus oyentes, exponiendo al escarnio público sus faltas o flaquezas de carácter.
                Discurso a mis estudiantes    C.H. Espurgeon

   Es duro, lo que escribe, pero, ¿ No estamos viendo esto en algunos sitios?

miércoles, 17 de abril de 2013

C.H. Spurgeon

El ministro  verdadero de Cristo, sabe que el valor real de un sermon debe consistir no en su forma y modo, sino en la verdad que contiene.
 Nada puede sustituirse en vez de la enseñanza; toda la retórica del mundo es tan sólo como la paja del trigo, cuando se pone en contraste con el Evangelio de nuestra salvación.
 Por hermosa que sea la canasta del sembrador, es cosa enteramente inútil si no contiene semilla. El mejor discurso que haya podido pronunciarse, deja notablemente de llenar su fin, si la doctrina de la gracia de Dios no se encuentra en él; vuela sobre las cabezas de los hombres como una nube, pero no distribuye agua en la tierra sedienta, y por tanto, el recuerdo de él desalienta por lo menos, a las almas que han aprendido la sabiduría debido a las lecciones de una necesidad urgente.
                               Discurso a mis estudiantes 
                                         C.H.Spurgeon 
  

 

lunes, 8 de abril de 2013

C.H. SPURGEON

El conocido predicador bautista inglés de hace dos siglos C.H.Espurgeon, de él se imprimieron 200.000 copias de sus sermones se distribuyeron en las universidades de Orford y Cambridge. Sus sermones se tradujeron a veinte idiomas.                                                                                                                                                                       Una parte de sus discursos

    ..Lejos de nosotros, queridos hermanos, el pensamiento de ser ministro automáticos, es decir, de esos que se mueven no por tener  en sí mismo la virtud de hacerlo, sino porque los ponen en movimiento fuerzas transitorias; de esas que solamente son ministros a intervalos, bajo la compulsión del toque de la hora que los llama a sus trabajos, y que dejan de serlo tan luego como bajan los escalones del púlpito. Los verdaderos ministros nunca pierden su carácter.
  ...El hombre de Dios debe imitar a su Señor en esto: es preciso que sea poderoso tanto en la predicación de su doctrina, como en el ejemplo que dé con sus obras, teniendo si es posible, en esto último, mucho mayor cuidado todavía.
  Es de llamar la atención que la única historia eclesiástica que tengamos, sea lo de "Los Hechos de los Apóstoles." El Espíritu Santo no tuvo por conveniente conservarnos los sermones de éstos.
Deben haber sido magníficos,muchos mejores que los que nosotros podamos  nunca predicar, y con todo, el Espíritu Santo ha tomado solamente nota de sus 
"hechos." No tenemos libros en que consten las resoluciones de los apóstoles.Cuando nosotros verificamos un registro de nuestras  minutas  y resoluciones, pero el Espíritu Santo sólo consigna los  "hechos." Nuestros hechos deben ser tales que merezcan ser registrados, ya que de todas maneras lo han de ser. 
Debemos vivir, por tanto, como cumple hacerlo al que se halla bajo la inmediata mirada de Dios...  

     Discurso  a mis  estudiantes
      C.H. Spurgeon