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jueves, 5 de marzo de 2015

CON TODO RESPETO, NO....

El problema fundamental de las relaciones humanas es el de la libertad. El Dr. Henry Cloud y Dr. John Townsend en su libro, LÍMITES dicen lo siguiente.

Llamamos malas a las personas porque no hacen lo que nos gustaría que hicieran. Las juzgamos por ser ellas mismas, por cumplir sus deseos. Les escatimamos el amor cuando hacen lo que creen que es lo mejor para ellas, pero no es lo que nos gustaría que hicieran. 

Dios espera que sus límites también sean respetados.
Cuando decide algo, o nos dice que no, está en su derecho, es su libertad.
Si el problema esta en las relaciones humanas, hacemos lo mismo con Dios. Nos sentimos con derecho al favor de Dios, como si él tuviera que hacer lo que a nosotros nos gustaría que hiciera.

¿Cómo se sienten cuando alguien les pide un favor pero no les permite decidir libremente? Mucha gente esta insatisfecha con Dios por causa de este derecho infantil de la misma manera están insatisfechas con otras personas en su vida. Odian la libertad de los demás.

Dios está libre de nosotros. Cuando nos hace un favor, lo hace porque así lo decid. Dios  no está "obligado a ello", ni siente culpa ni es posible manipularlo. Él ha hecho cosas como morir por nosotros porque así lo quiso. Podemos descansar en su amor puro; no hay resentimientos ocultos en lo que hace. Su libertad le permite amar.

Muchos personajes de la Biblia descubrieron la libertad de Dios y aprendieron a disfrutarla.
Job expresó su ira y su insatisfacción con Dios y Dios recompensó su sinceridad. Job no termino su relación con Dios. No comprendía a Dios, pero permitió que Dios fuera quien era y no dejó de amarlo, incluso cuando estaba muy enojado con él. Esto es una verdadera relación.

De la misma manera que queremos que los demás respeten nuestro no, Dios quiere que respetemos el suyo. No quiere ser el villano cuando toma una decisión. Así como no nos gusta que los demás intenten manipularnos y controlarnos haciendo sentirnos culpables, tampoco le gusta a él.