Te parecerá extraño el encabezamiento " El perdón siempre tien un precio " Josh Mcdowell lo aclara en su libro Mas que un carpintero.
El autor cuenta un incidente que paso hace años en un estado americano, esta historia es muy conocida pero, interesante para los que quieran nuevos cambios en su vida personal.
La policía de tráfico denunció a una joven por exceso de velocidad, la cual compareció ante el juez. Este leyó la denuncia y le preguntó a la joven," ¿Se declara culpable o inocente?" La muchacha respondió:"¡ Culpable !" El juez dio un golpe con el mazo y le impuso una multa de cien dólares, o diez días de arresto.
Inmediatamente ocurrió algo sorprendente. El juez se levantó, se quitó la toga, bajó del estrado, se colocó al frente del mismo, sacó su cartera y pagó la multa. ¿Cuál es la explicaciónón de esto? El juez era el padre de la joven. El la amaba, sin embargo, era justo. Su hija había infringido la ley, y él no podía simplemente decirle: "COMO TE QUIERO MUCHO, TE PERDONO; PUEDES MARCHARTE."
Si hubiera hecho eso, no habría sido un juez justo. No hubiera defendido la ley. Pero él amaba tanto a su hija que estuvo dispuesto a despojarse de su toga judicial, bajar de su puesto de magistrado, colocarse al frente y, representándola como padre, pagó la multa que tendría que haber pagado ella.
Esta ilustración nos da una idea de lo que Dios hizo por nosotros por medio de Cristo. La Biblia dice: " La paga del pecado es muerte." No importaba cuánto nos hubiera amado Dios. El tenía que dar el golpe con el mazo de su justicia e imponernos la sentencia de muerte, porque El es un Dios justo y recto. Dios nos amó tanto que descendió de su trono, y encarnándose pagó el precio que nosotros no podíamos pagar, que fue la muerte de Cristo en la cruz.
En este punto muchas personas hacen una pregunta: ¿ POR QUÉ DIOS NO PUDO SIMPLEMENTE PERDONAR? El director de una gran empresa comenta Josh Mcdowell me dijo: " Mis empleados a menudo cometen alguna falla, por ejemplo, rompen alguna cosa, y yo simplemente los perdono". Luego añadió: " ¿ TRATA USTED DE DECIRME QUE YO PUEDO HACER ALGO QUE DIOS NO PUEDE HACER?"
Las personas no comprenden que donde hay perdón tiene que haber un pago. Por ejemplo, supongamos que mi hija rompe una lámpara en mi hogar. Supongamos que soy un padre amante y perdonador, por tanto, la coloco en mi regazo, la abrazo y le digo: " No llores, mi amor, papá te ama y te perdona." Ahora bien, la persona a la cual le digo esto, usualmente me responde:" Bueno, eso es lo que Dios ha debido hacer." Es entonces cuando yo pregunto: " Y ¿QUIÉN PAGA LA LÁMPARA?" El asunto es que yo tengo que pagarla.
El perdón siempre tiene un precio. Supongamos que alguien te insulta ante otras personas, y tú posteriormente le dices: " Te perdono." ¿Quién paga el precio del insulto? LO PAGAS TÚ.
Esto fue lo que Dios hizo. Dios dijo: Te perdono." Pero El estuvo dispuesto a pagar el precio por medio de la muerte de Cristo en la cruz.
Libro ( Mas que un carpintero)
Josh Mcdowell
